martes, 19 de febrero de 2019

¿Cómo puede entrenar una mujer?


Se escriben muchos artículos sobre entrenamiento para carreras de montaña, pero muy pocos están dedicados a cómo puede entrenar una mujer.

Se da por supuesto que todo es igual que en el hombre, mismas líneas de trabajo, mismos ciclos, mismas cargas o un poco menos. Las diferencias se plantean desde la jerarquía masculina aunque sea sin mala intención. Al fin y al cabo es la continuación de lo que estamos acostumbrados a ver en la mayoría de crónicas de las carreras, sean populares o campeonatos y copas: primero se habla de los hombres y después de las mujeres.

Cuando por fin alguien escribe sobre el entrenamiento femenino se centra en el ciclo ovulatorio como si esa fuera la única diferencia entre un hombre y una mujer a la hora de entrenar. Además de que hay muchos más temas que tocar, lo que eso trasluce, de forma muy solapada, es que se sigue pensando que el gran escollo de la mujer a la hora de enfrentarse al deporte, a los entrenamientos, ultradistancias es o puede ser esta cuestión. Menstruación y maternidad, punto y final. Con eso ya hemos abarcado a lo ancho y a lo largo las necesidades específicas de cualquier mujer. La prueba de que no se reflexiona en profundidad es que se habla del ciclo ovulatorio en general, cuando no tiene nada que ver el de los 19 años con el de los 50, el de una mujer que se quiere quedar embarazada o el de la que acaba de dar luz. 


Creo que se nos está olvidando a todos lo que estudiamos en la EGB o en la ESO, las diferencias básicas entre el cuerpo de un hombre y de una mujer. No me refiero solo a las diferencias del aparato reproductor sino a las diferencias musculares o incluso de colocación de las vísceras. A las diferencias de qué deterioros ocasiona el paso del tiempo y dónde. Claro que somos iguales, faltaría más, pero yo tengo más posibilidades de tener osteoporosis que prostatitis, ¿o no? Pues no estaría de más tenerlo en cuenta en mi entranamiento. Son tantas particularidades que, cada una de ellas, merecería cientos de artículos. ¿Dónde están? Porque mira que leo y leo, pero muy pocas veces veo alguno.

He llegado a leer alguna aberración como que es lo mismo un hombre y una mujer de 60 kg, a la hora de elegir material o de afrontar una pedrera o lo que sea. Está claro que quien opina así no frecuenta una línea de salida ni de meta en una carrera de montaña o incluso popular y mucho menos un gimnasio. No ha visto un grupo de cuadriceps femeninos y masculinos en su vida.

Esto a nivel aeróbico o anaeróbico, pero, ¿y la nutrición? ¿O la propiopercepción, la pliometría? ¿Y las lesiones a las que son más propensas las mujeres? O la preparación psicológica y mental. O la conciliación con la vida laboral y familiar. 

Para rematar la falta de información se adjudica este desaguisado a la montaña: que la montaña no entiende de géneros, que en montaña todos somos iguales, que la montaña pone a cada uno en su sitio. ¿Qué culpa o responsabilidad tendrá la pobre montaña en que yo siga sin encontrar el sujetador perfecto para correr por ella? ¡Ay madre, si la montaña pudiera hablar!

Por último, y otra prueba más de las dificultades que encuentra una mujer, es que muchas veces se dan por generales las excepciones. ¿Cómo no te va a convenir esto o lo otro, o cómo no vas a poder, si hay mujeres con tiempos de hombre y que entran 3ª, 4ª y 1ª de la clasificación general? Ya, pero y si no puedo o quiero ser una de ellas. Entre ser excepcional y solo ir a disfrutar, ¿no puedo recibir consejos que amplíen al máximo mi ámbito de mejora? ¿Todo o nada?

No todas podemos mejorar o encontrar nuestro perfil a base de entrenar o de tener como modelo lo que hace un hombre o una mujer excepcional. Ya lo he dicho hablando de las guías de montaña y lo digo aquí también. Tienen que existir formas de progresar y de crecer diferentes de las que actualmente se estilan. 


Empecemos a respirar tranquilas no solo porque muchas mujeres ya son entrenadoras y participan en campamentos de Trail, sino porque llegan los Woman Trail Camps. Más allá de lo que se pueda aprender y mejorar en este campus y los siguientes, habrá un antes y un después. A partir del momento en que mujeres y más mujeres hablen entre ellas, unas con más nivel y otras con menos, organicen jornadas, congresos, campus, etc. todo el mundo se dará cuenta de que la presencia de la mujer en montaña anda escasa de información y de literatura.

Con esto no quiero decir que los hombres no sean fabulosos entrenadores, fabulosos cronistas, fabulosos todo. Es evidente que sí. No quiero decir que no haya mucha información general que una mujer no pueda utilizar y sacarle partido... pero por fin habrá un lugar donde podremos no sé si solventar todas nuestras dudas pero, por lo menos, sí ponerlas en común. 

Y ya veréis como muchos (entrenadores hombres, revistas, blogs, etc.) tomarán buena nota.

No hay comentarios:

Publicar un comentario