El lago encantado de Laguna de Duero

 El lago que da nombre al municipio vallisoletano de Laguna de Duero permite un paseo increíble por el bosque que lo rodea. Los escultores Lorenzo Duque y Alberto del Campo han convertido troncos y tocones secos de árboles muertos en personajes fantásticos que te acompañan durante el paseo y que alternan con otras esculturas de mariposas, setas, duendes y animales acuáticos que han salido del agua. No las conté pero calculo que son un decena de esculturas de madera talladas y quince obras de resina líquida, un verdadero museo al aire libre entre esculturas, árboles y vegetación de ribera.

Además puedes ver familias de patos paseándose con toda normalidad por los alrededores del lago o nadando en él. 

El único pero que puedo poner es que algunas baldosas de los caminos que rodean al lago están levantadas por las raíces y, si vas corriendo, hay que tener la precaución de no pisar mal y caerse.

En definitiva, un paseo apto para todos los públicos y siempre agradable de hacer. 

SL-VA 58 Camino del Adaja

Este sendero, a diferencia de otros que hemos recorrido y descrito en este blog, es lineal, porque utiliza un tramo de el Camino de Santiago que viene desde Madrid. Transcurre en torno a la localidad de Valdestillas, entre pinares y cultivos, cerca del río Adaja. Como su recorrido no llega a 7km puede hacerse de ida y vuelta. 

Comienza en una entrada del antiguo Camino de Madrid paralelo a la VP-9003 o también conocida como la Cañada de Valdestillas a Alcazarén. Estamos en pleno Camino de Santiago de Madrid, en la etapa que va desde Valdestillas a Puente Duero. La entrada está a la derecha si se viene desde Puente Duero y a la izquierda desde Valdestillas, que cuenta, además, con la indicación para los peregrinos del Camino de que hay que cruzar de lado.

Hay algo menos de medio kilómetro hasta que nos topamos con la vía del tren que está cercada y en la que podremos ver circular al AVE. Se bordea y seguimos hacia el municipio de Valdestillas.

Hasta aquí todo el camino va paralelo a la carretera, como hemos mencionado más arriba, y también al pinar donde se puede entrar a echar un vistazo porque lo merece.

Una vez en Valdestillas, se atraviesa todo el municipio aprovechando para ver, aunque solo sea por fuera, sus monumentos y construcciones típicas: como la Ermita del Cristo del Amparo, la Iglesia de Nuestra Señora de la Virgen del Milagro, son su monumento a los Peregrinos del Camino, el Ayuntamiento, la Fuente y el Mesón Teodoro, muy famoso en Valladolid.

Ermita del Cristo del Amparo

Iglesia de Ntra. Sra. del Milagro

Este sendero está muy bien señalizado entre las flechas amarillas del Camino y los carteles y postes del SL-VA-58. En él se combinan dos paisajes muy diferentes que representan muy bien a la provincia de Valladolid: el páramo del final del sendero en la Cañada de Valdestillas y los pinares típicos de Tierra de Pinares, que, en el caso de Valdestillas, combinan pinos con encinas y jaras y donde no faltan, en otoño, muchísimas variedades de setas.

Pinares de Valdestillas

 

PRC-VA 28 Aldeamayor de San Martín

El sendero de pequeño recorrido PRC-VA 28 es una ruta circular de unos 15 km que sale y regresa de Aldeamayor de San Martín del máximo interés paisajístico debido a sus criptohumedales, esos humedales ocultos y tan discretos que si no te fijas bien no los ves. Lo que permite distinguirlos suele ser la vegetación de juncos, cañas y praderas turbosas que los rodean. Es una ruta muy maja para entrenar caminando o corriendo que realizamos por primera vez en marzo de 2021.

Ruinas de Mota del Marqués

Ruta corta y sencilla de subida y bajada al punto más alto de Mota del Marqués para, por un lado, ver las ruinas de la Iglesia de El Salvador y del la Torre del Castillo y, por otro, para probar como asciende y desciende Chiqui con su silla de ruedas.

Era nuestra primera visita a Mota, y eso que cada vez que yendo o viniendo por la A6 veía las ruinas pensaba que teníamos que admirarlo de cerca. Primera vez también que saco a mi perro Chiqui, que tiene una discapacidad, de su zona de confort, no eligiendo la ruta en función suya, esperando que pueda con ella y que todo salga bien.